Todo empezó con Hera

Una perra. Una conexión. Un recuerdo que se volvió arte.

No íbamos a hacer una marca de cuadros. Íbamos a hacer un homenaje.

Hera fue mi compañera de vida durante más de 10 años. Cuando murió de forma inesperada, solo quería algo que me ayudara a recordarla todos los días.

Así nació Heraspaw: para que nunca olvidemos a quienes nos dieron todo, sin pedir nada.